En el boceto concéntrico de una voz que se ahoga con su propio palpitar, descubro el eco de un poema que resuena desde lo más oculto de mis aturdidas entrañas y se abre camino en este mundo… El de mis propios desvelos. En el intangible cuerpo de palabras mudas te dejas oír y avanzas… Junto al compás decadente de sinfonías inconclusas, para volverte palabra y echar raíces, en el fértil territorio de mi apabullada mente.
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